"Y así, tras varios minutos de trabajo y unas cuantas paladas de tierra sellamos bajo un viejo caldén una amistad que perdurará por siempre"
Carta a "Cachito" (página 1)
A Cachito:
Siete años de trabajo duro, esfuerzo, estudio y un diploma bajo el brazo son los únicos recuerdos que me dejó la estadía en la ciudad. Ahora, al regresar a casa, me acuerdo una vez más la paz que sentía cuando solo éramos unos niños y no importaba más que pasear en bicicleta y recorrer las calles del pueblo sin rumbo fijo; cuando todo lo que hacíamos era dormir tranquilamente bajo la sombra de la arboleda y hacer planes para el futuro después de largos ratos estirando la chocolatada que preparaba tu vieja.
Durante años, sin saber por que, me mantuve con la idea fija de volver apenas pudiera. Aprovechando que vine de sorpresa y no había nadie en casa, salí a recorrer las calles, y me alegré de que nada haya cambiado mucho en todo este tiempo.
A la noche volví a casa, mi vieja casi se desmaya. La pobre no me reconoció con el pelo largo y todo barbudo. Me presentaron parientes que ni conocía, dos cuñados y una vecina gordita que seguro te gustaría.
Estaba a punto de acostarme cuando encontré entre mis cosas viejas una foto que me aclaró de golpe las ansias de volver. Era esa que nos sacamos bajo un caldén en la quinta de tus tíos. Me vinieron a la mente esas últimas horas antes de subir al tren y la promesa de reencontrarnos apenas volviera. Corrí a buscar la guía, el teléfono y llamé a la casa de Lucía...
(Anotaciones en el diario de Lucía)
22 de Octubre.
Hoy estaba casi dormida cuando recibí un llamado de Lucas. Volvió de Córdoba y estaba muy emocionado. Me pidió que lo llame a Cacho y le diga de juntarnos mañana a las 7 de la tarde. El horario que elegimos porque a esa hora salió el colectivo en el que Lucas se fué. No se como mirarlo a los ojos mañana y decirle lo que pasó.
23 de Octubre.
Hoy lo vi por primera vez en siete años. Fue como ser una adolescente de nuevo. Es increíble la forma en que ignora el paso del tiempo. 25 años y sigue pareciendo el nene al que despedimos. Corrí a abrazarlo, pero no podía ni mirarlo hasta que él me obligó. No pronuncié una palabra. Me preguntó por Cacho y rompí en llanto. Lucas me vio y entendió todo; me abrazó y besó en la frente. Agarró una pala y se puso a cavar con cuidado. La lata brilló cuando le dio el sol y él la tomó. La abrimos sabiendo que esa lata contenía nuestra niñez, nuestra historia y nuestra amistad. De su interior sacamos un soldadito de plomo que él mismo dejó años atrás, un caracolito de nuestro viaje a la playa que había sido mi tesoro cuando niña y un trompo de madera con el que siempre jugaba Cachito. Al final, sacó tres sobres, guardó el mío y el que tenía su nombre y nos sentamos a leer el tercero.
Pasamos un largo rato mirando las palabras de Cacho con lágrimas en los ojos, al terminar, Lucas se secó y se puso a escribir una nueva carta. Sacó los dos sobres de su bolsillo y cada uno leyó el suyo en silencio. Luego metimos todo de nuevo, en su sobre metió la nueva carta y agregamos algo más. Yo una pulsera que Cacho me regaló; él, la medallita que le dieron cuando se recibió. Al final, nos despedimos y prometimos vernos esta noche.
Carta a "Cachito" (página 2)
... Cuando me contestó la noté triste y nerviosa, le dije que hoy nos juntábamos a cumplir nuestra promesa de reencontrarnos y que me hiciera el favor de avisarte. Hoy vos no estás, pero no te preocupes que estás perdonado. Te vamos a extrañar hermano, pero ya nos veremos de nuevo. Te dejo esta carta como despedida, ya que la otra solo decía "Nos vemos y cuando llegue hacemos un picadito. Haganme acordar de que le diga lo que siento a Lucía".
Perdoname, te debo una. Hoy la invito a salir, y pronto te voy a visitar para contarte como nos fue y llevarte flores.
Con amor, Lucas.
(Anotaciones en el diario de Lucía)
24 de Octubre.
Anoche salimos con Lucas y le dije todo lo que sentía. Me pidió ser su novia y casi exploto de alegría. Como ya no necesito este diario, te lo dejo como un recuerdo, Cachito. Gracias por todo, incluso desde el cielo me seguís ayudando.
"Queridos Lucas y Lucia, para cuando lean esto, Lucas va a ser un abogado y vos Lu toda una mujer. Como lamento no estar ahí para verlos, pero no me atrevo a decirles lo poco que me queda de vida. Me van a odiar, pero no puedo arruinar este momento. A cambio, les dejo un consejo, corten con las vueltas, están hechos el uno para el otro. Los quiero chicos, y lo voy a seguir haciendo hasta el final"