Entradas populares

jueves, 17 de diciembre de 2020

Hospitales

-Escalpelo.
-...
-Te noto algo callado, parece que ver este cuerpo en particular te afecta bastante.
-Es muy joven. Y esa sonrisa. De alguna forma me llama la atención la causa de su muerte.
-Eso tratamos de averiguar.
-Es como si solo se hubiera apagado de un momento a otro.
-Cuidado, es posible que salpique.
-¿Que es eso?
-¿Adonde?
-Ahí, en el pecho.
-¿Parece un papel, podés leer que dice?
-Está algo desordenado ¿Será su letra?
-Estoy seguro que si, no es la primera vez que veo un caso así. Con el tiempo dejó de sorprenderme.
-Parece una carta.
¿Conocés el concepto de amor de la filosofía? Según este, el amor no es más que el anhelo de poseer algo, y la única forma de poseer algo es conocerlo en profundidad. Es recorrerlo de pies a cabeza conociendo cada rincón oscuro del mismo. Esa definición se aplica perfectamente a lo que siento por vos en este momento. Un deseo de adueñarme de vos, pero no en el sentido común de la palabra. Un deseo de conocerte en cuerpo y alma, hasta la última fibra. Un deseo de conocer cada uno de tus demonios para poder protegerte de ellos; conocer que es eso que te hace llorar cuando estás sola y hacer que se desvanezca. No es mucho lo que pido, solo quiero que te quedes cerca mientras me tomo el tiempo de caminar dentro tuyo. Voy a tener todos tus miedos para que me acompañen mientras lo hago. Quiero que seas mía, para poder hacerte libre.
Voy a recorrer un infierno. El tuyo o el mío. La diferencia es que el mío es más grande y solitario sin vos, y el tuyo es uno que vale la pena recorrer.
-Como sospeché, ahora sabemos que lo mató.
-¿Como llegó esa carta a su pecho?
-Veo que aun no lo entendiste. Lo que lo mató no fue que las palabras lleguen a su pecho si no el no dejarlas salir.

jueves, 28 de agosto de 2014

Hogares


-Hmm, esto no se parece a la foto del anuncio.- Dijo el muchacho viendo el interior -¿Está segura de que este es el lugar?
-Si, 100% segura, los del anuncio seguro se olvidaron de poner una foto actual y pusieron una de cuando esto era nuevo.
-No importa -Dijo mientras colgaba su sombrero en la entrada- me lo quedo.
-¿Está seguro? seguro puedo ayudarlo a conseguir algo mejor.
-No se moleste, se ve algo maltratado pero con un cuidado adecuado parece el lugar correcto para mí.
-¿Como lo sabe? aun no ha visto los demás, seguro podría conseguir algunos con un mejor frente, sin tantos huecos y menos oscuros.
-No hace falta -Dijo mientras dejaba una maleta en la cama- ¿Donde firmo?
-Usted no entiende, no quiero que viva acá -Dijo la mujer con tono molesto- Usted parece poder darse el lujo de un lugar mejor.
-No es ese el punto -Dijo el muchacho con una sonrisa mientras miraba sus ropas gastadas y sus zapatillas rotas- Yo ya vivo acá.
-Le aconsejo que se vaya, es más, le pido que se retire y salga a buscar un mejor lugar.
-Y yo le digo que no pienso salir, este es ya mi hogar, y el suyo.
-¿Como el mío? -Dijo ella desorientada- No entiendo de que habla.
-Verá, usted creó este lugar, lo hizo para usted, y lo hizo perfecto. Pero en un momento le aburrió y salió a buscar otro lugar donde vivir -Dijo el joven mientras se sentaba a la mesa y le pedía a ella que haga lo mismo- En ese momento decidió que otras personas deberían vivir aquí.
-Es cierto, continúe.
-Como usted sabrá, cuesta muy poco las primeras veces dejar entrar nuevas personas, por lo general son jóvenes y torpes, están saliendo a conocer el mundo y no terminan de conformarse, por lo que quieren mudarse constantemente. Esto causa que muchas veces dejen un gran desorden al salir a buscar nuevos rumbos.
-Algunos de los inquilinos anteriores dejaron un gran desastre como podrá ver.
-Lo noto, pero no me preocupa. Si me permite voy a continuar, luego de ver esto, usted decidió retirar este lugar del mercado, para poder vivir, tapió las puertas y ventanas y se sentó aquí sola a esperar que pase el tiempo y las cosas se arreglen solas.
-Era mi plan.
-Lamento decirle que eso no va a pasar, pero no se aflija, notará que desde que estamos aquí este lugar está un poco más iluminado y el aire menos enrarecido. Me tomé la libertad de abrir las ventanas para que entre aire, cambié algunas luces y apenas esté solo pienso dejar este lugar como nuevo. Por eso le reitero que quiero comprar.
-¿Como sé que puedo confiar en usted?
-No lo sabe, pero este es ahora mi hogar y me sentiría mejor si lo hiciera.
-¿Por qué tardó tanto en llegar?
-Es difícil encontrar un lugar cuando uno no sabe que lo busca. De repente un día llegué y ahí estaba.
-¿Por que no se quiere ir? -Preguntó ella cubriéndose el rostro- ¿Está viendo el desastre que es este lugar?
-Porque aquí me siento a gusto. Además, aunque quisiera no podría ¿Ve usted alguna puerta para salir? No, eso es porque no la hay, aquí solo se puede entrar caminando, pero salir es difícil y siempre implica romper una pared o ventana. -Dijo el chico mientras clavaba unas tablas a la pared- Es por eso que este lugar está así.
-¿Cuanto planea quedarse?
-Tanto como me lo permitan, verá que ya vacié mis maletas.
-¿Y yo donde voy a vivir?
-De eso quería hablarle, tengo un pequeño lugar muy acogedor. También está en reparación, pero verá que es mucho más grande y luminoso desde que arrancamos esta charla, aquí tiene las llaves ¿Podría cerrar los ojos un segundo? Perfecto, ya estamos aquí, bienvenida, no podré hacerle una guia, pero espero sea de su agrado. Ahora si me disculpa, tengo algo que hacer -Dijo y se dirigió a la ventana más alta a retirar un cartel diminuto y apenas legible que decía "en venta"- Todo listo, espero disfrute su nuevo hogar, y no dude en visitarme lo más seguido posible, después de todo, ahora somos vecinos. 

Dicho esto, el joven atravesó la única puerta hacia el exterior y la chica lo vio levantar un diminuto cartel del suelo antes de entrar al que antes había sido su hogar. La puerta desapareció detrás de él. "Que chico tan extraño, seguro está loco" pensó ella mientras miraba las llaves consternada y sonriendo al mismo tiempo. Estaba aterrorizada, pero decidió ponerse manos a la obra, después de todo, cuidar un corazón no es tarea fácil.

martes, 26 de agosto de 2014

Ensayo sobre la locura.

-¿Que hacés acá? Te dije que te fueras.
-Lo sé, y por eso no pienso moverme.
-No entiendo, lo digo por tu bien.
-Es por mi bien que elijo quedarme.
-Pero te voy a lastimar.
-Ya sé, pero prefiero que seas vos quien me lastime.
-No te quiero lastimar.
-Y es por eso que quiero que lo hagas.
-Eso no tiene sentido.
-No, ninguno, y es por eso que me parece la mejor opción.
-No te entiendo.
-No te pido que me entiendas.
-¿Como puede ser algo sin sentido la mejor opción?
-Porque es lo que quiero.
-Estás loco.
-Lo sé, por eso estoy teniendo esta charla solo.

domingo, 18 de mayo de 2014

Las arenas capítulo 2: Un cuerpo

(La historia se traslada a http://nikuysusarenas.blogspot.com.ar/ para no mezclarse con los otros textos)



Richard no es más que una cáscara vacía. Su sangre es un torrente de sustancias que no hacen más que mantener su corazón latiendo y su cuerpo en movimiento, sin embargo su espíritu murió hace tiempo. No solo su espíritu, su cerebro apenas mantiene las funciones vitales. Cuando está despierto, su instinto no hace más que obligarlo a mantenerse en pié y luchar. Es un perro, un dogo entrenado para pelear. Y uno muy bueno.
-¿Cómo es esto posible?- Se pregunta una joven que examina sus funciones vitales -Estas heridas, debería haber muerto hace varios meses- Exclama tapando su boca. Lucía entró hace poco al programa, sus años en medicina la prepararon para muchas cosas, pero no para ver a un hombre muerto respirando. A través de sus heridas se alcanzan a ver venas cortadas, uno de sus pulmones se encuentra claramente destrozado y su cabeza presenta heridas que ningún ser vivo podría soportar. Pese a esto, Richard sigue vivo. Solo hay un sentimiento capaz de mantener a alguien vivo en una situación así y Richard lo poseía. El odio lo hizo ingresar en el programa por voluntad propia y su cuerpo parece recordarlo cuando su mente no puede. Últimamente su dosis va en aumento, los médicos se niegan a dejarlo morir, el público lo aclama en cada pelea y un público feliz se traduce en ganancias para todos. Pero hay algo más que sorprende a Lucía esta noche, los gráficos son claros, Richard está soñando.

viernes, 16 de mayo de 2014

Las arenas

(La historia se traslada a http://nikuysusarenas.blogspot.com.ar/ para no mezclarse con los otros textos) 

Capítulo 1: Amanecer violento (Leer prólogo)

Un hombre con la mirada perdida se acerca a la entrada. El guardia, atento a sus movimientos se acerca a hablar con el con la mirada altiva. Tres pasos, dos pasos, un paso de distancia entre ellos era la distancia cuando la mirada del guardia deja de ser altiva. Era un simple portero. Lo entrenaron para custodiar una puerta, y lo hizo bien hasta el final. Un simple hierro descendió sobre su cabeza, una vez, dos veces, tres, diez. Al poco tiempo la mirada altiva del guardia pasó a ser una masa roja desparramada en la vereda.
Al instante fue obvio para todos lo que estaba pasando, no era la primera vez, ni sería la última. Poco menos de un mes había pasado desde el primer incidente y la gente aun seguía sin aceptar que un producto tan simple pudiera causar tanto caos. Un remedio contra la somnolencia, una simple pastilla de venta libre que resultó ser inofensiva en las pruebas; pero que combinada con el consumo de otras drogas simples resultó en un cóctel capaz de licuar un cerebro en pocas horas. Pero no era este el peor de sus efectos, la muerte era leve comparada con lo que les pasaba a quienes mezclaban este remedio con sedantes de cualquier tipo. El cerebro quedaba suspendido de toda razón, pero el cuerpo seguía bajo un frenesí inacabable y sin control. 
Este fue un incidente más, no fue el último, pero fue la gota que derramó el vaso. Fue especial porque no pasó en un edificio cualquiera, pasó en la entrada de un edificio cargado de celebridades, políticos, empresarios y gente del más alto nivel. Fue especial porque a los de arriba no les gusta que les toquen el culo.
En solo cuestión de horas se empezaron a mover los hilos, y al cabo de pocos años los más grandes gobiernos se estaban sumando a una propuesta que tuvo nido en países bajos en donde fuerzas como la O.N.U. u organizaciones de derechos humanos no tienen voz ni voto. La medida, aunque poco ortodoxa demostró gran efectividad en reducir no solo la violencia en las calles, si no también los conflictos con el narcotráfico, los robos, los secuestros, todo. Países que en semanas pasaron de ser tierra de nadie a utopías con una medida tan simple que hizo al mundo replantearse muchas cosas. 
La nueva ley resultó una simple vuelta a las bases. La re-imposición de los coliseos sonó disparatada en un principio, pero quienes la impulsaron tuvieron tal empuje que lograron que se aplique. En un principio consistía en una forma de evasión a la cárcel o a la cámara de gas. Al poco tiempo, tantos reclusos la prefirieron que las cárceles fueron desapareciendo lentamente. Lo que nadie esperaba era que simples drogadictos, gente violenta que aun no había cometido crímenes y incluso personas que no lograban distinguirse de madres o padres de familia pedían a gritos que se les incluya en el programa. Las drogas, suministradas a los ganadores, y solventadas por los impuestos de la gente cumplieron un gran papel en esto. Pues, aunque cueste creerlo, esto abrió una puerta hacia un mundo con el que muchos hombres soñaban en secreto. Un mundo de violencia sin control, fama y lo más importante, la supervivencia del más fuerte. En este lugar, no importa el sexo, color, posición social ni nada de esas mierdas, aquí solo se consigue lo que puedas arrebatar de las manos a los demás. El coliseo le ofreció a la gente la posibilidad de sentir el "live fast die young" en su máxima expresión. Las arenas eran un mundo aparte, y quienes elegían entrar nunca lograban salir. 

Las arenas

(La historia se traslada a http://nikuysusarenas.blogspot.com.ar/ para no mezclarse con los demás textos)

Prólogo: 

Acercándose a la arena, no logra entender como terminó en esa situación; tampoco le importa. Es lógico, las drogas hicieron estragos en su razón. Cada gota de sangre que derrama lo acerca un poco a la muerte y sin embargo, el sigue adelante. Ya no es un hombre, es una bestia, es el despojo de una bestia que, lastimada y maloliente, se acerca a otra en igual circunstancia. Quien sabe que delito lo condenó a este destino si es que realmente cometió alguno. Las voces se elevan en las plateas, están ansiosos de ver sangre. Y esta no se hace esperar, un golpe certero de sus manos derriba a su oponente. Lo demás es historia repetida. Se abalanza sobre su presa y la golpea ferozmente con ambos puños. El instinto lo hace buscar la cabeza. El público se enardece y los gritos de los contrincantes se pierden entre la multitud. Tomándolo de los pelos, golpea una y otra vez su cabeza contra el suelo. Su enemigo ya dejó de moverse hace tiempo, pero algo lo impulsa a seguir. Es obvio que al público le agrada, y el está ahí para satisfacerlos. El público, su gran proveedor; cada moneda que le arrojan, cada apuesta, cada ovación de pie que le regalan no hace más que agrandar su dosis. La droga que le suministran es lo que lo impulsa más allá de lo humano. Su razón murió hace tiempo, pero él tiene por qué vivir. La droga es su cielo en la tierra, y no piensa dejar que un debilucho que ya no se mueve se la arrebate. Una enorme compuerta se abre y varios agentes armados salen a buscarlo. Lo toman de los brazos y lo esposan, pero él no ofrece resistencia, él va con una sonrisa hacia ellos. Los busca con la mirada buscando su aprobación. De pronto la bestia deja de serlo y se convierte en un perro faldero. Un agente se adelanta y sin titubear desata un huracán de fuego proveniente de una manguera sobre el cadáver aun tibio. El combate queda oficialmente cerrado, el olor a carne quemada es el anuncio de que el público debe retirarse aun a su pesar. Algunos se quedan a verlo arder durante unos minutos, pero al poco tiempo el lugar queda vacío. Un aroma pútrido se apodera del ambiente. Richard, así es su nombre o lo fue en algún momento, es arrastrado por sus captores hacia una sala llena de máquinas y en casi total oscuridad. Lo arrastran porque su cuerpo, pasada la euforia de las drogas, ha quedado inutilizado hasta el próximo encuentro. Atado en una camilla, y con el sadismo encarnado en sus facciones, se quedara a disfrutar su victoria. Una sedante victoria que ahora está una vez más ingresando por un gotero a su cuerpo.

lunes, 12 de mayo de 2014

Amigos

"Y así, tras varios minutos de trabajo y unas cuantas paladas de tierra sellamos bajo un viejo caldén una amistad que perdurará por siempre"


Carta a "Cachito" (página 1)

A Cachito:
             Siete años de trabajo duro, esfuerzo, estudio y un diploma bajo el brazo son los únicos recuerdos que me dejó la estadía en la ciudad. Ahora, al regresar a casa, me acuerdo una vez más la paz que sentía cuando solo éramos unos niños y no importaba más que pasear en bicicleta y recorrer las calles del pueblo sin rumbo fijo; cuando todo lo que hacíamos era dormir tranquilamente bajo la sombra de la arboleda y hacer planes para el futuro después de largos ratos estirando la chocolatada que preparaba tu vieja.
             Durante años, sin saber por que, me mantuve con la idea fija de volver apenas pudiera. Aprovechando que vine de sorpresa y no había nadie en casa, salí a recorrer las calles, y me alegré de que nada haya cambiado mucho en todo este tiempo. 
             A la noche volví a casa, mi vieja casi se desmaya. La pobre no me reconoció con el pelo largo y todo barbudo. Me presentaron parientes que ni conocía, dos cuñados y una vecina gordita que seguro te gustaría. 
             Estaba a punto de acostarme cuando encontré entre mis cosas viejas una foto que me aclaró de golpe las ansias de volver. Era esa que nos sacamos bajo un caldén en la quinta de tus tíos. Me vinieron a la mente esas últimas horas antes de subir al tren y la promesa de reencontrarnos apenas volviera. Corrí a buscar la guía, el teléfono y llamé a la casa de Lucía...

(Anotaciones en el diario de Lucía)

22 de Octubre.

Hoy estaba casi dormida cuando recibí un llamado de Lucas. Volvió de Córdoba y estaba muy emocionado. Me pidió que lo llame a Cacho y le diga de juntarnos mañana a las 7 de la tarde. El horario que elegimos porque a esa hora salió el colectivo en el que Lucas se fué. No se como mirarlo a los ojos mañana y decirle lo que pasó.

23 de Octubre.

Hoy lo vi por primera vez en siete años. Fue como ser una adolescente de nuevo. Es increíble la forma en que ignora el paso del tiempo. 25 años y sigue pareciendo el nene al que despedimos. Corrí a abrazarlo, pero no podía ni mirarlo hasta que él me obligó. No pronuncié una palabra. Me preguntó por Cacho y rompí en llanto. Lucas me vio y entendió todo; me abrazó y besó en la frente. Agarró una pala y se puso a cavar con cuidado. La lata brilló cuando le dio el sol y él la tomó. La abrimos sabiendo que esa lata contenía nuestra niñez, nuestra historia y nuestra amistad. De su interior sacamos un soldadito de plomo que él mismo dejó años atrás, un caracolito de nuestro viaje a la playa que había sido mi tesoro cuando niña y un trompo de madera con el que siempre jugaba Cachito. Al final, sacó tres sobres, guardó el mío y el que tenía su nombre y nos sentamos a leer el tercero. 
Pasamos un largo rato mirando las palabras de Cacho con lágrimas en los ojos, al terminar, Lucas se secó y se puso a escribir una nueva carta. Sacó los dos sobres de su bolsillo y cada uno leyó el suyo en silencio. Luego metimos todo de nuevo, en su sobre metió la nueva carta y agregamos algo más. Yo una pulsera que Cacho me regaló; él, la medallita que le dieron cuando se recibió. Al final, nos despedimos y prometimos vernos esta noche.


Carta a "Cachito" (página 2)

 ... Cuando me contestó la noté triste y nerviosa, le dije que hoy nos juntábamos a cumplir nuestra promesa de reencontrarnos y que me hiciera el favor de avisarte. Hoy vos no estás, pero no te preocupes que estás perdonado. Te vamos a extrañar hermano, pero ya nos veremos de nuevo. Te dejo esta carta como despedida, ya que la otra solo decía "Nos vemos y cuando llegue hacemos un picadito. Haganme acordar de que le diga lo que siento a Lucía". 
        Perdoname, te debo una. Hoy la invito a salir, y pronto te voy a visitar para contarte como nos fue y llevarte flores. 

Con amor, Lucas.

(Anotaciones en el diario de Lucía)

24 de Octubre.

Anoche salimos con Lucas y le dije todo lo que sentía. Me pidió ser su novia y casi exploto de alegría. Como ya no necesito este diario, te lo dejo como un recuerdo, Cachito. Gracias por todo, incluso desde el cielo me seguís ayudando. 


"Queridos Lucas y Lucia, para cuando lean esto, Lucas va a ser un abogado y vos Lu toda una mujer. Como lamento no estar ahí para verlos, pero no me atrevo a decirles lo poco que me queda de vida. Me van a odiar, pero no puedo arruinar este momento. A cambio, les dejo un consejo, corten con las vueltas, están hechos el uno para el otro. Los quiero chicos, y lo voy a seguir haciendo hasta el final"

viernes, 9 de mayo de 2014

Concurso Literario "Alabando al Idiota" τρεφεται δε ψυχη τινι;


¿Con qué se alimenta el alma?

Este es mí alma -dijo el pobre diablo- así como la ven supo ser grande. Ahora está triste, y me duele decir que es completamente mi culpa que ya no lo sea. Es mi culpa en especial porque los culpo a ustedes. Pasé años cultivándola para terminar en un círculo de decadencia en el que me río fuerte de palabras como  "pito", "ahre" o "Xipolitakis". Y la parte más triste es que no me molesta. Supe tener un alma gordita, ahora la tengo a dieta con ustedes. Alégrense, son la primer comida chatarra que ayuda a adelgazar.



http://jirafasdeneodimio.blogspot.com.ar/2014/05/primer-consigna-concurso-literario.html

http://jirafasdeneodimio.blogspot.com.ar/2014/05/faq-concurso-literario-alabando-al.html

martes, 15 de abril de 2014

Luna de sangre.


Luna de sangre.

(Antes que nada una pequeña aclaración, esto fue escrito en el 2009 cuando se anunciaba que iban a haber dos lunas en el cielo a causa de Marte. Entre otras cosas, surgieron muchas teorías sobre el fin del mundo y algunas parecían interesantes. Bueno listo, me callo.)



¿Y qué si quiero mirar al cielo?
¿Y qué si quiero discutir con él?
Con el y con esos ojos inyectados en sangre. 
Con un rostro oscuro que me mira.
Me vigila y no quiere que sea,
no quiere que sea quien soy.
Me acecha en sueños.
Nubla mi mente.
Me hace querer volar lejos,
lejos de esa fría ciudad.
Y posarme sobre esa lejana planicie,
donde mi corazón siente libertad.
Allí ya no será una cara desgarrada por las luces.
Solo serán dos ojos,
Uno blanco que vela por todos
y uno rojo que anuncia el fin.

jueves, 18 de octubre de 2012

Seguimiento eterno

Seguimiento eterno


Poema viejo que escribí en el colegio, 

Una vez diré no.
Dos veces diré basta.
Tres veces no estaré aquí;
me habré ido.
Caminaré en círculos;
me seguiré a mí mismo.
Me mantendré a cierta distancia, 
no quiero darme cuenta. 
Mi presencia me molesta. 
Me frenaré porque me sentiré observado, 
giraré la cabeza y alcanzaré a verme apenas. 
Aceleraré para desorientarme, 
me desorientaré tanto que estaré perdido. 
Me alcanzaré a mí mismo. 
Querré caminar conmigo y hablarme. 
Una ves diré no,  
dos veces diré basta, 
tres veces no estaré aquí...

Fuente de la imagen: http://ciudadficticia.blogspot.com.ar/2008/10/caminar-por-la-ciudad-ficticia.html

sábado, 10 de marzo de 2012

Puto el que lee

 
   Si hay una frase que resuma en pocas palabras la esencia de ser argentino, esa frase es "puto el que lee". En ese insulto sin un destinatario fijo, se expresan los restos de una furia capaz de replegar a los imperios europeos. Toda esa bronca se transmite día a día en el modo de hablar de todo aquel que se precie de ser argentino. -Una costumbre de mierda- Me dicta un amigo mientras hablamos del tema. Somos puteadores, no hace falta agregar más. El punto es que todo nuestro gran léxico de insultos responde a la necesidad que tenemos de sacar a a luz todo ese enojo que genera el hecho de tener que sobrevivir escapándole a la inseguridad y a la pobreza, juntando bronca por las desgracias propias y aun por las ajenas. Puede uno presentar argumentos en contra de la puteada; puede decirse que existen métodos más eficaces para descargarse. Los ricos pagan entradas para desquitarse rompiendo cosas de valor. Otros harán yoga. Algunos irán al psicólogo.  Pero el criollo promedio, el que vive el día a día, utiliza para ese fin nuestro recurso más valioso: El lenguaje. Profiere insultos al aire. Allí donde alguien abusa de nuestros derechos, el hombre noble habla por todos cuando dice: "¡Que hijos de mil putas!". Salgamos ahora y gritémosle al mundo. Que se escuche nuestra voz cuando digamos: "¡La puta que vale la pena estar vivos!"

martes, 8 de noviembre de 2011

Estrella

  
   Te vi brillar bajo una noche serena, acosada por las luces de la gran ciudad. Tu quietud, conmueve desde la inmensa negrura a quien se atreva a mirarte. Resaltabas de entre tu infinitud de compañeras, las cuales trataron inútilmente de opacarte. Viéndote me encontré a mí mismo. Me encontré sentado en la terraza de un viejo edificio pensando en silencio con la mirada perdida en ti. Al verte puedo sentir que todo vuelve a tener sentido, y que todo valió la pena. Probablemente me olvide de ti en cuanto deje de mirarte, pero al menos mientras dure este momento, puedo decir sin miedo a equivocarme que eres mi estrella favorita.

sábado, 29 de octubre de 2011

El Dios Ignorante

   Existe entre los muchos seres que caminan sobre la tierra un hombre llamado Miguel que sin saberlo es Dios. Vive su vida sin saber que posee el poder de crear y destruir todo a su antojo. Con solo pensarlo, las cosas suceden a su alrededor mientras el cree que vive una vida común y corriente. Cada noche, mientras el cree que duerme, la tierra desaparece y el se va a vivir otras vidas, en todas ellas ignorante de su condición. Al despertar todos volvemos a existir como si nada hubiera pasado.
   En este momento tiene 41 años y ha vivido incontables vidas en este mundo y en muchos otros. A través del tiempo, algunas de sus creaciones alcanzaron a notar de algún extraño modo su condición de dios; así es como llegan a nuestro tiempo distintas historias sobre el mismo ser. Fue AllāhMuhammad , Buda y muchos más. Incluso ahora, Miguel cree en la iglesia católica. Cree en la historia de Jesús,  quien fue ni más ni menos que el mismo en otra época.
   Solo espero que nunca descubra sus poderes, ya que nadie sabe de lo que es capaz una persona con infinito poder y el conocimiento para usarlo a su antojo. Por mi parte prefiero no estar atado al capricho de nadie.

jueves, 20 de octubre de 2011

Pausa


     Próximamente cuando me desocupe un poco me pongo a subir más textos, tengo varios listos y unos cuantos que necesitan retoques, pero no me da el tiempo por ahora

jueves, 13 de octubre de 2011

Sobre los Sueños

 
    No es fácil la vida de quien recuerda todo lo que sueña. Menos aun la de quien es conciente de que lo que está viviendo es un sueño. Lamentablemente, yo pertenezco a ambas categorías. Cada noche al dormir y cada mañana al despertar el dolor se apodera de mi alma. Existen en la esfera onírica solo dos caminos y de cada uno de ellos es imposible regresar sin sufrir. 
   Uno de ellos nos arrastra al infierno; en el toman forma nuestros peores miedos, incluso miedos que aun no conocíamos. Solo pensar en este tipo de sueños me hace desear no volver a dormir.
   El segundo camino nos lleva al cielo. En este tipo de sueños, todos nuestros deseos se vuelven tangibles, los muertos vuelven a la vida y poseemos el poder de hacer volver realidad cualquier cosa a nuestro capricho. De este tipo de sueños; se vuelve aun más desdichado ya que sabemos que nuestros deseos vuelven a ser solo deseos, los muertos a ser solo muertos y recordamos también que nada sucede nunca a por capricho nuestro, si no de vaya uno a saber que ser universal.
   Hay, según dicen, un tercer tipo de sueños en los cuales todo es normal, casi como si fueran un simple recuerdo, de los cuales no se vuelve ni feliz ni triste. Por mi parte envidio, si es que existen, a quienes tienen este tipo de sueños.

Calaveras


-Texto inspirado en la tapa del libro Ojos de Perro Azul de Gabriel García Marquez-
    Baila pequeña calaquita, baila mientras tus piernas te lo permitan. Deja que tus desgastados huesos sin vida marquen el compás de esta danza imaginaria. No permitas que el mundo apague nunca esa llama que ni la muerte logró extinguir. En esta noche de locura, todos seremos eternos.
 -Dedicado a Verene Snopek, dueña de dicho libro-
 (Este texto es corto y salió muy rápido así que decidí subirlo directamente. Ni ganas de escribirlo en el cuaderno, vale aclarar también que nunca leí el libro tampoco. Algún día lo voy a leer, por el momento me arreglo con la tapa sola.)

Noemí

-Texto Dedicado a Alejandro Dolina-

    Se llamaba Noemí. Era una joven de escasos 20 años, dueña de una increíble figura. Algunos se atrevían a decir que era la mujer más linda del barrio. Lo único en lo que todos concordaban era en que estaba loca. 
     A través de los años fue consumiendo sola en su casa cuanto libro se dejara a su alcance. Vivía sola, pese a estar rodeada de criados. Día a día ella despertaba en su cama, la cual parecía permanecer eternamente arreglada. Mientras dormía; los criados limpiaban todo a su alrededor, preparaban la comida y dejaban sobre su escritorio un nuevo libro. Estas eran las instrucciones que dejó su madre antes de morir, dejándole una herencia que parecía iba a durar por siempre. Si alguna vez se despertaba y veía a alguien en la habitación, prorrumpía en ataques de locura y llanto que duraban por horas.
     El día que cumplía los dieciocho años llegó a sus manos "el Libro del Fantasma" de Alejandro Dolina. Por algún extraño capricho del destino; vino Noemí a enamorarse de Manuel Mandeb, uno de los personajes que pueblan todos los libros del autor. Desde ese día, cada noche soñó con Manuel y lloró cada mañana por saber que Manuel nunca la amaría. Día a día escribió cartas que iban a parar a un cajón oculto en el escritorio de su difunta madre.
     Uno de los criados; el más joven, el que lloraba cada noche el amor que sentía por ella decidió tener el mayor gesto de amor que un hombre puede tener. Ante la imposibilidad de hacerle llegar las cartas al autor, decide tomar él mismo el lugar del escritor. En forma de cartas le hace saber a Noemí que su nombre es Manuel Mandeb, que conoce sus sentimientos y que además, estos son correspondidos. Al principio, la joven sospecha, pero el deseo puede más que la razón y acaba por ceder al amor epistolar que la pobre prosa de su criado logra expresarle.
     Desde la primer carta ha pasado ya un año, Noemí ha aceptado concretar, por primera vez desde que tiene uso de razón, un encuentro con un ser humano que no sea su madre. Solo sé que sera un encuentro cargado de amor en su estado más puro, no conozco los detalles ya que aún no ha ocurrido, pero confío en que dios protege a los enamorados y a los locos. Después de todo, son el mismo tipo de persona.

La palabra


   Cientos de páginas se han escrito tratando de encontrarla. Miles de biromes se han desangrado, consagradas a la búsqueda de esa palabra exacta que venga a justificar su muerte. Miles de personas con sueños de escritor se han dado de bruces contra la dura realidad de no poder encontrarla. Horas y más horas gasté, confinado entre las cuatro paredes de mi habitación tratando de encontrar esa palabra que venga a justificar mi mediocridad e hiciera mis textos amables a la vista. Debo reconocer ahora que nunca la encontré. Creo adivinar que nunca nadie lo hizo. Esa palabra no existe, es la propia genialidad de los grandes escritores la que les permite crear, con palabras mediocres, textos de tamaña magnificencia como son los grandes clásicos de la literatura. A pesar de esto, de la inexistencia de tal palabra, la búsqueda nunca debe cesar. Nunca debe dejar de buscarla aquel que sueñe ser escritor. El fin de esta búsqueda no es encontrar esta palabra si no que es aprender, en el camino, a amar y utilizar todas y cada una de las palabras que otrora considerábamos mediocres. Este es, como tantos, otro de los textos que se escribieron tratando de alcanzar esa utópica palabra.